viernes, 24 de julio de 2015

Norman Rockwell: Pinturas que cuentan historias cotidianas


"Obstáculo en la vía"


"Asistentas en el teatro"

"Libertad para hablar"

"Memorias de ático"

"Los hechos de la vida"

"El fugitivo"
"La niñera"

"Las animadoras del juego"

"La chica frente al espejo"

"Sala de espera de la maternidad"

"Estrella de cine"

"En el veterinario"


"Ir y venir"

He descubierto la obra del estadounidense Norman Rockwell (1894-1974) ¡Un feliz hallazgo! Aquí he reunido una pequeña galería de sus cuadros, pero quien lo desee puede visitar WikiArt donde hallará una muestra más representativa.  

La pintura de Rockwell retrata con realismo, empatía y buen humor la vida cotidiana norteamericana durante gran parte del siglo XX. Detrás de sus cuadros se esconde un agudo observador de la vida social y de sus protagonistas.

Creo que esta actitud, la observación, debería ser el principal instrumento de trabajo del artista o del que se dedica a la tarea creativa. Sea cual sea la disciplina que cultive, pintura, poesía, música, etc., debe ir primero a las cosas mismas, estar atento a lo que sucede, y dejar que la realidad le vaya revelando sus secretos.

En cada pintura descubrimos un estudio psicológico de los personajes que la habitan, sus gestos faciales, sus posturas, su indumentaria, revelan su carácter y personalidad. Particularmente, me ha llamado la atención cómo ha sabido plasmar el mundo de la adolescencia, las confusiones, búsquedas, emociones, sentimientos,... que inundan la mente y el corazón de un joven e inexperto chico o chica.

Otra cualidad notoria de su obra es su talante narrativo. No hay en sus cuadros modelos "posando" en el taller del artista, sino verdaderos actores que interpretan una escena de la vida, y que nos cuentan, con un toque de ternura no exento de ironía, una historia que podemos comprender porque nos es familiar.

No encontramos aquí el lenguaje críptico de otros pintores contemporáneos suyos, cuya obra parece reservada para un público selecto, una élite especializada en descifrar significados ocultos. Rockwell pinta para la gente común, el ciudadano promedio, el mismo que aparece retratado en sus cuadros.

Se trata, en este sentido, de una obra democrática, tan de la calle como los versos de su compatriota Walt Whitman: Hojas de hierbaAmbos comparten esa visión optimista y llena de fe en su país.

El autor se hace eco de ciertos valores tradicionales que prevalecían en occidente hasta mediados de los 60: la familia, la libertad de conciencia y de religión, el hogar, la maternidad/paternidad, el amor a la patria, que se han visto trastocados por los cambios culturales de las últimas décadas. 

¿Somos más felices ahora? No lo sé, es evidente que la institución más atacada en estos últimos 40 años ha sido la familia. Sería interesante analizar lo que hemos ganado, y lo que hemos perdido. Ahí lo dejo como pregunta.

Por cierto, para los que quieran ejercitar la escritura, los cuadros de Rockwell me parecen excelentes recursos a la hora de hacer un ejercicio de creación literaria: tomen una de sus pinturas, siéntense delante con un papel y un lápiz, y pónganse a escribir la historia que nos está contando el cuadro, añadiendo los elementos que falten,...

¡Y a escribir se ha dicho!

He encontrado dos páginas con información muy interesante sobre este pintor, y aunque están en inglés, dejo aquí los enlaces porque pueden ser de interés: una es del Huffingtonpost y la otra es de un blog cristiano: Lael Arrington

@elblogdemarcelo


1 comentario:

  1. Me han encantado esos cuadros, y me identifico con la señora ya mayor y entrada en años, felicidades.

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